Llevo ya un mes -prácticamente- con este nuevo ritmo de vida y vamos haciéndonos a ello. También te digo: no queda otra.
A veces la vida es más esa orden autoimpuesta que cualquier otra rallada o quebradero de cabeza. No queda otra. Hay que sacarse las castañas del fuego y, si te llevas alguna quemadura o cicatriz, amiga, son gajes del oficio de vivir.
La vida no es simple ni fácil, pero podemos simplificar nuestro actitud frente a ella.
Digo yo, que no tengo ni idea.
P.
Un poco de historia: El evento Tunguska
El 30 de junio de 1908, ocurrió un acontecimiento único en la historia. Una enorme explosión provocó que el cielo ardiera y cayeran más de 80 millones de árboles. La explicación más consistente asegura que se trató de un meteorito, pero no hay ningún cráter de impacto.
Una onda de choque de entre 10 y 15 Megatones (equivalente a 1.000 veces la potencia de la bomba atómica de Hiroshima), derribó por completo 80 millones de árboles en un área de 2.150 Kilómetros cuadrados, cerca del río Podkamennaya Tugunska, en Siberia (Rusia).
A pesar de lo llamativo del suceso y de que la onda de choque se registrase hasta en Inglaterra, el primer intento de acercarse al lugar del impacto no llegó hasta 1921, cuando, Leonid Kulik (científico del Museo de Mineralogía de San Petersburgo y experto en meteoritos), reunió una expedición que fracasó estrepitosamente debido a lo inhóspito de la zona.
En 1927, Kulik encabezó otra expedición que finalmente logró llegar a los miles de kilómetros calcinados y a descubrir que el evento no dejó ningún cráter de impacto, sólo un área de 4 kilómetros de diámetro donde los árboles se mantenían aún en pie, pero sin ramas ni corteza. A su alrededor, miles de kilómetros más de árboles derribados creando un epicentro claro.
Por suerte la zona estaba prácticamente deshabitada, y solo se registraron tres muertos. Si esta extraordinaria explosión hubiese ocurrido sobre Nueva York habría destruido la ciudad por completo, ocasionando millones de muertos.
A día de hoy, la NASA tiene prácticamente claro que el meteorito que ocasionó el evento Tugunska estalló en el cielo y por eso no dejó un cráter.
La broma
Cuéntame ¿Cuánto daño
estás dispuesto a causar antes de dejar de reconocerte?
¿Cuánto puedes soportar, qué peso debe tener la suela de la bota
para que la sientas aplastándote?
¿Por cuánto, cariño, dejarías de ser un títere
del títere de ti mismo?
Dime, si lo sabes
¿Cuándo la humanidad dejó de serlo?
Si lo fue alguna vez
o cuándo dejó de ser lo importante.
Lo único que otorgaba sentido.
Regamos el fuego animal creyéndonos, por supuesto erróneamente
por encima de algo, de alguien.
Siempre fui de pedir perdón y ganarme los gracias
pero mira ahí fuera, cruza la ventana
¿Con qué cerilla nos encenderemos las velas
si ya no nos queda ni un chasquido para acabar el truco
para terminar con la broma?
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