Estas semanas me ha costado encontrar el momento para pararme a escribir el Trasegando de la semana. Honestamente no sé si por las fechas, por hastío, porque son semanas convulsas en el teatro o porque una parte de mí no quiere que llegue el #100 y último boletín.
La cosa es que esta semana cae en el último día del año y no podía pasarlo por alto. A tomar viento, dos mil veintidós, ha sido un placer, pero te echaremos poco de menos.
Saltamos a otra batería de días y sus noches, a otro montón de escenas de las que salir airoso o escaldado y -esperemos- a otro buen puñado de sorpresas.
Gracias una vez más, y feliz año, familia.
P.
Un poco de historia: El motín del té
El 16 de diciembre de 1773, amparados por la noche, un grupo de unas sesenta personas abordó tres barcos de la Compañía de las Indias Orientales y arrojó su cargamento al océano: trescientos cuarenta y dos cofres llenos de té.
Aparentemente un acto de desobediencia civil más, pero lo que probablemente no supieron por entonces ni estos sesenta disidentes, es que estaban encendiendo la mecha para una rebelión sistemática que daría lugar al origen de los Estados Unidos de América.
Por poner en contexto, las colonias pasaban una mala racha económica, y la política del Viejo Mundo no cesaba de apretar las tuercas y subir los impuestos para costear las numerosas campañas e inversiones. Leyes como la Ley del Sello o la Ley Townshend acabaron provocando altercados violentos en las colonias (uno de ellos, especialmente, pasó a la historia como La masacre de Boston). En 1773, se promueve la Ley del Té, ley que -prácticamente- crea un monopolio sobre le preciado bien y le otorga más poder aún a la Compañía de las Indias Orientales.
Las trece colonias trataron de defender un boicot sistemático a la Compañia, pero acabaron por forzar el cumplimiento de esta nueva ley y tres barcos atracaron en el puerto de Boston.
Sin embargo, como ya os adelanté al inicio, este cargamento nunca abandonó la colonia. Un grupo de sesenta personas, lideradas por Samuel Adams y John Hancock, abordaron los barcos vestidos de nativos (en concreto, de la tribu mohawk) y destruyeron el cargamento.
Las respuestas fueron dispares, pero absolutas. Surgieron las llamadas Leyes Intolerables, que buscaban desanimar cualquier intento futuro de rebelión, pero, como suele pasar en estos casos, el efecto fue el contrario.
En septiembre, representantes de casi todas las colonias se reunieron para buscar cómo abordar un enfoque de independencia en el Congreso Continental.
A los farsantes
"Sólo una mentira
que no esté avergonzada
de sí misma
puede tener éxito."
(ISAAC ASIMOV)
Llegará el momento en el que pase la ola
y los huevos de oro
pasen a ser un dulce empalagoso
al gusto de la mayoría.
Se pasará la moda
las redes ya no capturaran nada
y, la poesía
volverá a ser un transeúnte
medianamente oculto, jugando
a compartir un trozo de pan
en torno al fuego de una hoguera.
Encontraremos el camino de vuelta al infierno
si es que el dinero alguna vez compró el cielo
muchos hemos estado allí ya.
Muchos conocemos el camino.
Hasta entonces
disfrutad.
Disfrutad de las miles de interacciones.
Disfrutad de los miles de ejemplares vendidos.
Disfrutad de la vida que os da una poesía
que no vivís.
Cuando llegue el momento de rendir cuentas.
Cuando volvamos al infierno
del rincón polvoriento
de la librería
a la vocación sin beneficio
tened en cuenta una sola cosa:
Allí sois vosotros
los que no tenéis amigos.
Allí somos nosotros
los que contamos con el apoyo.
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