#74 paraíso
(+UN POCO DE HISTORIA: El peor suicidio de la Historia + 'Homónimo', un poema propio)
La vida se rige por pequeñas decisiones.
“Vaya, Pablo, has descubierto la pólvora”, diréis, y no sin falta de razón.
Pero es eso, pequeños pasos que te llevan de un paraíso a otro.
Y ya me tocaba dar alguno, tomar alguna.
Espero poder dar buenas noticias pronto, pero noticias se darán igualmente.
Disfrutad las últimas semanas de este verano impúdico.
P.
Un Poco De Historia: El peor suicidio de la Historia
Hoy os traigo una historia sin contrastar (se cuenta como leyenda urbana, aunque hay quien dice que tiene parte de verdad), pero de estas que mola saberse.
Jacques Lefevrier era un señor francés que perdió la esperanza y alegría de vivir y decidió tomar la fatídica decisión de suicidarse, para lo cual no optó por un único método, ni por dos, sino por cuatro suicidios simultáneos.
Aquí comienza ficción la posible ficción:
Ató una cuerda a una gran roca junto a un acantilado y se colocó la soga al cuello. Antes de saltar, se prendió fuego a la ropa y bebió un trago de veneno. Además saltó con una pistola en la mano para volarse los sesos durante la caída.
El plan no podía fallar, pero aquí viene la magia: lo hizo.
En el momento de disparar, Jacques erró el tiro, que en vez de volarle la cabeza rompió limpiamente la cuerda. Sin nada que le rompiera el cuello y dejase su cadáver colgado del acantilado, el francés cayó al mar, que apagó el fuego de su ropa. Por terminar de bordar la escena, el agua salada que tragó al hundirse le hizo vomitar el veneno.
La historia cuenta que un pescador que pasaba por allí acabó rescatándolo vivo y que pudieron llevarlo al hospital, donde finalmente murió de hipotermia.
Este señor no utilizó su suerte bien. En eso no podemos no estar de acuerdo.
Homónimo
De entre todos los conceptos tripulantes
del barco, del imaginario
de la poesía
-quiero decir
amor, nostalgia,
rencor, ira,
esperanza, tristeza,
pérdida
o desesperación-
la felicidad es
sin duda y desde siempre
su infame capitana.
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