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(+PURA RECOMENDACIÓN: After Life + 'Un nidito', un poema propio)

Ser lo suficientemente irresponsable como para descubrir las cartas y hacerte el daño justo como para que quede claro que mereció la pena: para mí no hay otra forma de amar, de tirarse a la piscina; en la zona de confort sólo hay aburrimiento, conformismo y una muerte lenta. Not in my watch.

Es probable que meta otra entrevista en breves y que añada poemas ajenos al Trasegando, ya que no soy una fábrica de poemas y disfruto mucho de esta pequeña terapia semanal con vosotros.

Os como la cara.

P.

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Pura recomendación: “After Life”

A estas alturas todos sabemos que Ricky Gervais es uno de los mejores cómicos (y de las mentes más lúcidas y ácidas) del momento. Ya con Derek nos hizo llorar y darle un par de vueltas al coco (tarde o temprano haré otro Trasegando para recordaros esto), con After Life pone todo en el asador y te da un puñetazo de guante blanco en toda la jeta. Uno tan bien dado que duele tanto que acaba gustando.

¿La trama? Un tipo pierde a su esposa por un cáncer y quiere suicidarse, pero no lo hace. Ya verás, ya verás…

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Un nidito

Yo quería coger lo que quedaba y hacernos un nidito de plumas.
A medio camino entre Atocha Madrid y Zaragoza Delicias:
Un nidito de plumas.

Alto como para verlo todo venir
tan grande como para que sólo entrásemos tú, yo y el espacio que queramos darnos
y calentito como para incubar, mimar y cuidar ese futuro
al que dimos forma juntando tus tristes pedazos con los míos;
ese triste futuro que ahora yace asesinado
inerte en un cofre de maderita junto a nuestras fotos y los regalos que nunca colgamos en una pared
porque no llegamos a tener una.

Yo sólo quería un nidito bien alto y calentito donde construir infinitos contigo
donde dar rienda suelta a que la cordura y la locura se hagan polvo entre tus ojos y los míos mientras esperamos pizza y vemos nuestras series favoritas sólo para ver cómo las descubre el otro.

Yo no quería cargar con un cadáver
yo no quería pensar que tienes que marcharte porque por más que lo pienso no podía estar mal esto que sentía por ti

¿En qué realidad podía ser insuficiente algo sin límites ni restricciones?

¿Cómo podía estar mal lo único que nos mantenía a flote?

Preguntas que ahora me atormentan como fantasmas furiosos
pidiendo sangre y sacrificio
pidiendo penitencia
pidiendo que traslade nuestros restos de un lado a otro como una cadena lastrando los tobillos.

Preguntas sin respuesta que ahora pueblan este nidito de plumas que iba a ser nuestro
esta casita sin techo pero con lluvia
esta vida con enfermedad pero sin muerte
este amor herido sin línea de sutura
esta vida tan nuestra que ni le dimos otra oportunidad.

Yo sólo quería un nidito de plumas entre tu casa y la mía para que fuera nuestro
yo quería vivir colgados sin que nadie más lo entendiera
tenernos enfrente y decidir pintarnos también en la pared
convertir la espera en ganas
los semáforos en cronómetros de besos
los poemas en una oda a la espera
las manos quietas en un recuerdo lejano;
como una mirada atrás al sitio al que tienes claro que no quieres volver.

Yo quería que me enseñases tu kriptonita y esconderla bajo la cama
y también quería que te apeteciese hacerme el amor cada noche sobre ella sabiendo que no va a moverse de ahí
que lo tenemos todo bajo control.

Yo sólo quería coger lo que quedaba y hacer un nidito de plumas
¿Cómo puede estar mal eso?
Tan alto que los viéramos venir
tan pequeño como para entrar nosotros y nuestros espacios
tan calentito como para no querer salir

¿Cómo pudo ser insuficiente?

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